Cuatro viajes de esquí imperdibles en BC

Esquiar y hacer snowboard en la Columbia Británica debería estar entre los objetivos de vida de todo amante de la montaña. Las constantes nevadas, el terreno amplio y variado y las cordilleras ofrecen lugares para destacar y apreciar la naturaleza en su máxima expresión. Añade una cultura de pueblo de esquí que enfatiza la conexión tanto con amigos como con visitantes mucho después de que los remontes cierren, y tendrás la receta para unas vacaciones de esquí inolvidables. Aquí tienes cuatro viajes para ayudarte a aprovechar al máximo tu tiempo disfrutando de estas zonas, tanto dentro como fuera de las pistas.

Lo siguiente es Silver Star, un resort que da una cálida bienvenida a personas de todas las edades y habilidades. Aquí, las pistas anchas y abiertas son perfectas para aquellos que buscan un paseo tranquilo con mucho espacio. Con un pueblo de montaña central bien planificado, uno puede esquiar fácilmente hasta tiendas como Bugaboos Bakery para disfrutar de una deliciosa sopa casera, o hasta Elevate Spa para un masaje rejuvenecedor.

El más al norte es Sun Peaks, un pueblo a pie de pista, solo para peatones, rodeado por el trío de montañas Tod, Sundance y Morrisey. Como la segunda área de esquí más grande de Canadá, tendrás muchas opciones con 138 pistas, pendientes pronunciadas y recorridos largos. Cambia los descensos por una aventura de esquí de fondo en la red de senderos nórdicos acondicionados, o sal con un equipo de huskies de Alaska en un recorrido en trineo tirado por perros.

En Golden, el esquí forma parte del tejido social de la ciudad desde hace más de un siglo, gracias a los guías suizos que introdujeron una cultura del alpinismo que aún hoy sigue vigente. A solo unos minutos de la ciudad se encuentra Kicking Horse Mountain Resort, que ofrece una gran variedad de terrenos, desde pistas abiertas en la parte baja de la montaña hasta pendientes y cuencas accesibles para el senderismo que ponen a prueba incluso a los atletas más experimentados. Para disfrutar de una experiencia gastronómica de otro nivel, pruebe el restaurante Eagle's Eye, el más alto de Canadá, con unas vistas inigualables en todas direcciones. Al otro lado del valle se encuentran las Montañas Rocosas y el Parque Nacional Yoho, que ofrecen más oportunidades para sorprenderse a cada paso.

A una hora al este de Rossland se encuentra la ecléctica ciudad de Nelson, a solo 20 minutos en coche de Whitewater Mountain Resort, conocida por su próspera escena artística y musical. Un rápido viaje en la telesilla de la cumbre te da acceso a un esquí entre árboles que te inspirará y que no se llenará de huellas de inmediato. Y puedes dejar tus propias huellas todo el día gracias a la increíble comida en la montaña que ha cosechado un ferviente seguimiento, incluso generando su propia serie de libros de cocina.

Después de Nelson, dirígete por el Kootenay Pass hacia la cordillera Purcell hasta Kimberley, un centro turístico que ha estado en funcionamiento desde 1948. Hoy en día, los visitantes pueden hospedarse en una amplia variedad de alojamientos a pie de pista que ofrecen un valor increíble, especialmente si se tiene en cuenta el esquí nocturno con horario extendido de jueves a domingo durante la mayor parte del invierno.

Más al este se encuentra Fernie Alpine Resort, conocido por sus cinco tazones “legendarios” y su estatus como uno de los destinos de esquí con más nieve de Canadá. ¿Algo imprescindible? Sube en telesilla hasta la cima de Polar Peak y siente la emoción de una caída vertical de 1,052 metros (7,000 pies).

Avanzando hacia el corazón de la cordillera Purcell se encuentra Panorama Mountain Resort, con pistas impecables lejos del bullicio. Después de un día completo en la montaña, los huéspedes del resort pueden relajarse en las Panorama Springs Pools. Elige entre una variedad de tamaños y temperaturas de albercas para preparar el cuerpo para otro día con vistas impresionantes y 1,280 metros (4,200 pies) de descenso vertical.

En el continente, a 90 minutos del centro de Vancouver, se encuentra el mundialmente famoso Whistler; hogar de Whistler Blackcomb. Las dos montañas cuentan con el terreno dentro de límites más grande de Norteamérica, con más de 3200 hectáreas, y se encuentran constantemente entre los mejores centros turísticos del continente. Después de que cierran los remontes, la diversión se enciende en el pueblo con restaurantes y una vida nocturna que da la bienvenida a las botas de esquí hasta altas horas de la madrugada. O, si prefieres una actividad más refinada, visita el Audain Art Museum, a pocos minutos a pie de los remontes.