Descubre un tesoro al borde de la carretera para todos los gustos en esta larga y sinuosa carretera.

¿Bodegas o fauna silvestre? ¿Senderismo o patrimonio cultural? ¿Naturaleza salvaje o boutiques? Sea cual sea tu viaje por carretera ideal, la larga y sinuosa carretera que va de Vancouver a Fernie por la autopista Crowsnest te ofrece estos memorables desvíos.

No te vayasde Vancouversin una caja de las donas favoritas de la ciudad en el asiento delantero. La gente lleva haciendo cola para comprar las clásicas Honey Dips (¡y mucho más!)de Lee's Donutsdesde 1979, cuando esta tienda familiar abrió sus puertas en elmercado público de Granville Island. (Ahora hay tiendas satélite en el centro de Vancouver y en el centro comercial Willowbrook Mall de Langley). A una hora más o menos por la autopista 1, enAbbotsford, se encuentra laClayburn Village Store, un edificio histórico de ladrillo rojo digno de ser fotografiado que a menudo aparece en películas navideñas. Busca la salida 83 de la Trans-Canada para disfrutar de algunos regalos gourmet y dulces nostálgicos.

Justo al lado de la autopista Trans-Canada Highway, enHope, todas las miradas se dirigen hacia ti en elOwl Street Café: este peculiar restaurante alberga más de 300 búhos decorativos donados por clientes fieles de todo el mundo. Construido en 2003 con madera de arce rizado local, madera de pino picado procedente del cercanoManning Park y madera de graneros antiguos dela vecinaChilliwack, es un lugar divertido para repostar antes de seguir hacia el este. Tome la salida 168 de la autopista 1.

¿Se puede considerar un verdadero viaje por carretera si no se visita alguna atracción peculiar al borde de la carretera? La Casa de Cristal en Sanca, a media hora al norte de Creston por la autopista 3A, es sin duda memorable: una casa construida en 1952 por un director de funeraria jubilado con más de medio millón de botellas de líquido de embalsamamiento desechadas. Abierta al público todos los días de mayo a octubre, es un buen recordatorio de que la vida es corta, así que si necesitas relajarte después de toda esa realidad mortal, elige una de las excelentes bodegas, cervecerías o destilerías de Creston , o echa un vistazo a la fauna local en el Creston Valley Wildlife Centre.

A solo una hora de Creston se encuentra la pequeña ciudad de Cranbrook, una próspera comunidad montañosa enclavada en el valle del río Kootenay, entre las cordilleras Purcell y Rocky. Disfrute de las impresionantes vistas desde Eager Hill, una colina cubierta de pastizales que en su día fue una torre de vigilancia contra incendios. El sencillo sendero de 1,5 km asciende 125 m hasta el mirador y está abierto todo el año. (Los lugareños conocen la ruta de memoria, pero los visitantes querrán consultar las indicaciones aquí). Hay mucha historia en esas colinas, por lo que definitivamente vale la pena conducir 15 minutos hacia el noreste por la autopista 95 hasta Fort Steele Heritage Town, un aclamado museo de historia viva abierto todo el año.