Vive la Experiencia de la Costa Infinita
Un viaje multimodal a través de los mundos costeros llenos de vida.
La Costa Infinita se extiende desde la Costa de Sunshine, pasando por La Isla de Vancouver y las Islas del Golfo del Sur, y luego hacia el norte por Bella Bella, Bella Coola, la vasta región del Bosque del Gran Oso, hasta Haida Gwaii, Prince Rupert y las comunidades que bordean los fiordos de la Costa Norte.
El agua recorre cada rincón de esta costa, conectando al bosque y las montañas, uniendo los puertos con las comunidades y sustentando la vida de maneras importantes y pequeñas. Las Primeras Naciones y los pueblos indígenas han cuidado estas tierras y aguas durante generaciones, y su presencia sigue guiando la manera en que se comprende a esta costa y se le protege. No importa si es en ferry, hidroavión, carretera o sendero, viajar aquí te invita a ir a un ritmo más lento y a tener una conexión más profunda con este extraordinario rincón del mundo.
Clayoquot Sound | Destination BC/Graeme Owsianski
Victoria | Destination BC
Kitimat | Destination BC
Sunshine Coast | Destination BC/Abby Cooper
Ucluelet Aquarium Océano, montaña, bosque
Desde Victoria hasta Prince Rupert, la costa exterior de la Columbia Británica es un mosaico vivo lleno de hábitats esculpidos por los glaciares, elevados por el movimiento tectónico y nutridos por el Pacífico. Sus costas irregulares, archipiélagos y fiordos albergan especies que no se encuentran en ningún otro lugar del planeta.
Esta biodiversidad florece en algunos de los ecosistemas más peculiares del planeta: los bosques templados y costeros, y una cuarta parte de estos se encuentran en Columbia Británica. Entre ellos se encuentra el Bosque del Gran Oso, que abarca más de 64,000 kilómetros cuadrados (24,700 millas cuadradas) y constituye uno de los bosques intactos más grandes del mundo.
Los bosques y las aguas reciben el cuidado de las Primeras Naciones, cuyos conocimientos y relaciones con el lugar se remontan a milenios atrás. Hoy en día, zonas como la Región Biosphere del Monte Arrowsmith y la Región Biosphere de Clayoquot Sound de la UNESCO reconocen oficialmente esta riqueza. Esta última región incluye partes de la Reserva del Parque Nacional de Pacific Rim, los territorios de la Nación Ahousaht y el sendero Big Tree Trail en Wanachus-Hilthuuis (Isla de Meares, que es parte de los Parques Tribales de Tla‑o‑qui‑aht).
A medida que bordeas el Pacífico, los momentos trascurren con naturalidad. En la costa oeste de La Isla de Vancouver, toma las excursiones guiadas por las Naciones Nuu‑chah‑nulth con Ahous Adventures, Sir Landon James Charters y Clayoquot Wild, o disfruta de la temporada de tormentas en Tofino y Ucluelet, cuando las enormes olas y los cielos cambiantes ofrecen un espectáculo salvaje.
Sigue hacia el norte (y luego hacia el este) por carretera o por un tren de VIA Rail desde Prince Rupert a lo largo del Valle del Río Skeena, donde el paisaje está profundamente conectado con los conocimientos culturales y ecológicos. En las paradas del camino, como el Cañón Kitselas, los Ts’msyen comparten historias y perspectivas sobre el papel que ha tenido el río en el comercio, la migración y los estilos de vida.
Credit: Destination BC | Callum Snape
Bear coming out of the water in the Great Bear Rainforest La fauna en los límites
Aquí encontrarás algunas de las concentraciones de fauna más ricas de Norteamérica. En las vastas tierras y aguas protegidas del Bosque del Gran Oso, los osos grizzly, los lobos y las ballenas conviven con innumerables especies. Estos santuarios ecológicos son también lugares de gran importancia cultural para muchas de las Primeras Naciones y comunidades locales, por lo que es importante actuar respetuosamente al observar la fauna para ayudar a que esta siga siendo especial para todos. Las cabañas como las de Tweedsmuir Park Lodge ofrecen maneras de observar osos teniendo un bajo impacto, pues se ven desde plataformas especiales, y la mejor época para hacerlo es en primavera o en temporada baja.
Más al norte está el santuario Khutzeymateen Grizzly Bear Sanctuary, que es el primero de su tipo en Canadá y protege a 50 osos grizzly que viven en el lugar y al rico ecosistema marino del que dependen. Las excursiones en botes también recorren la ensenada y comparten conocimientos sobre las históricas aldeas de los Tsimshian.
Y cada primavera, alrededor de 20,000 ballenas grises migran a lo largo de esta costa. Las visitas guiadas desde lugares como Prince Rupert, Bella Bella, Bella Coola y la Isla de Vancouver ofrecen maneras seguras de presenciar este recorrido y a menudo brindan apoyo a la investigación marina y a los esfuerzos de gestión local.
NIsga'a carver George McKay at the George Little House in Terrace. Paisaje cultural
A lo largo de estos litorales, el agua es vida. Las generaciones de las Primeras Naciones y los pueblos indígenas perpetúan la gestión, el liderazgo y renovación cultural del lugar, junto con otras comunidades costeras cuyas vidas se inspiran en el mar.
Algunas naciones invitan a los visitantes para compartirles sus perspectivas culturales a través de experiencias guiadas. Visita los museos y centros culturales que son propiedad de estas naciones, como el museo tems swiya Museum de la Nación Shíshálh en Sechelt, el Centro Cultural U’Mista (Kwakwaka’wakw) en Alert Bay y el museo Nisg̱a’a Museum al noreste de Prince Rupert. En Bella Coola, camina con los anfitriones de la Nación Nuxalk para ver antiguos petroglifos tallados en piedra.
En la Costa de Sunshine, el Lund Resort en Klah-ah-men se basa en los conocimientos de la Nación Tla’amin, mientras que más al norte está Port Hardy y su Kwa’lilas Hotel, donde se muestra la expresión de Gwa’sala-‘Nakwaxda’xw en sus habitaciones y su galería. A lo largo de la costa y en el Bosque del Gran Oso, hay alojamientos que son propiedad de las Primeras Naciones, como el Walter’s Cove Resort (Ka:‘yu:‘k’t’h’/Che’tles7et’h’ First Nations), el Klahoose Wilderness Resort (Primera Nación de Klahoose), y Spirit Bear Lodge (Primera Nación de Kitasoo Xai’xais), que ofrecen estancias inmersivas arraigadas en el territorio y la tradición.
La creatividad y el orgullo de la comunidad también son parte de la vida costera. El arte y la sostenibilidad prosperan, desde las exhibiciones florales de los jardines de The Butchart Gardens and National Historic Site de Victoria, con sus 120 años de antigüedad, hasta las sidrerías, los establecimientos vitivinícolas y mercados de agricultores de toda la Isla de Vancouver. Cowichan Bay es la primera “comunidad lenta” designada por Cittaslow en Norteamérica. Las galerías y los estudios de las Islas del Golfo del Sur, Cowichan Bay, Chemainus, la Costa de Sunshine, Prince Rupert, Terrace y Bella Coola exhiben obras inspiradas en el lugar, mientras que los eventos artísticos anuales como el Sunshine Coast Art Crawl y el Skeena Salmon Arts Fest son celebraciones locales que todos pueden disfrutar.
Shearwater Hot Springs Conservancy, near Kitimat. Movimiento multimodal
Esta aventura se puede vivir trasladándose en ferry, hidroavión, kayak, bicicleta y las sinuosas carreteras que conectan las comunidades, según las mareas y el terreno. Y en La Costa Infinita, todo está en los tramos intermedios.
Vuela directamente a Victoria o toma el ferry. Hullo Ferries (solo para pasajeros) navega directamente desde el centro de Vancouver a Nanaimo, mientras que BC Ferries (para pasajeros/vehículos) conecta a Horseshoe Bay con la Costa de Sunshine, y a Tsawwassen con Victoria y las Islas del Golfo del Sur. Incluso hay un ferry de Seattle a Victoria. Más al norte, el Northern Expedition de BC Ferries navega por el Pasaje Interior entre Port Hardy y Prince Rupert, con algunas paradas en Bella Bella o Klemtu, siguiendo antiguas rutas marítimas a través de laberintos de islas y fiordos glaciales. Los viajes en las embarcaciones pequeñas de Maple Leaf Adventures o Bluewater Adventures ofrecen exploraciones que van más allá, y las excursiones guiadas en kayak de Desolation Sound te llevan a explorar aguas tranquilas, caletas escondidas y la fauna local.
Los hidroaviones de Campbell River, Port Hardy y Gold River te llevan a alojamientos costeros únicos. Las cabañas, que son propiedad de las Primeras Naciones, reciben calurosamente a los huéspedes para que estos vivan experiencias arraigadas en los conocimientos de la tierra y la cultura. Otros, como Nimmo Bay Wilderness Resort y Sonora Resort, ofrecen escapadas de gran lujo. Iskwew Air, la primera aerolínea de Canadá que es propiedad de mujeres indígenas, vuela entre Vancouver y Qualicum Beach, mientras que Sunshine Coast Air ofrece un recorrido cultural en avión creado junto con Talaysay Tours, en el que se comparten historias de la Nación Shíshálh. Súbete a bordo de vuelos charter locales como los de 49North Helicopters y Wilderness Seaplanes para sobrevolar glaciares, picos y las sinuosas ensenadas costeras.
Quienes viajan por carretera pueden explorar pueblos pesqueros y ciudades costeras llenas de arte en la Costa de Sunshine. Las migraciones de arenques y aves agitan la costa cerca de Parksville y Rathtrevor Beach, mientras que Cumberland y el Valle de Comox dan paso a senderos para bicicletas y a las cimas del Parque Provincial de Strathcona. Desde Campbell River parten excursiones para observar la fauna, en las que tendrás la oportunidad de ver osos y ballenas en su hábitat natural, sin molestarles y en el entorno local. Más al norte, sumérgete en las remotas aguas termales frente al mar a las que solo se puede llegar en barco desde Bella Coola o Kitimat.
Terrace | Andrew Strain Viaja con Cuidado
La Costa Infinita es el tipo de lugar que se te queda en la memoria: salvaje, hermosa y lleno de sorpresas. Pero también es un lugar para bajar el ritmo y tener cuidado cuando lo recorras. Permanece en los senderos señalizados, mantén a las mascotas con correa y llévate todo lo que hayas traído (sí, incluso las sobras de comida). Las plantas, las criaturas marinas o forestales y los hongos son delicados, así que míralos, pero no los toques. En el agua, deja que las ballenas, las focas y otros animales tengan suficiente espacio para moverse libremente en su hábitat.
Las prohibiciones para hacer fogatas, las señales y los protocolos de las comunidades están ahí por algo, así que por favor respétalos. Averigua de quién es el territorio que estás visitando y consulta a los centros de visitantes locales, los establecimientos y los operadores de recorridos turísticos de las Primeras Naciones o indígenas para que te den consejos y tengas acceso. En las comunidades más pequeñas y remotas, siempre es buena idea reservar con anticipación, pues puede ser difícil atender bien a los visitantes que llegan a última hora. Deja cada lugar tan bien como lo encontraste (o incluso mejor) para que los siguientes viajeros puedan vivir esa misma magia.