Comience su viaje en Vancouver, donde los paisajes naturales se mezclan a la perfección con las tentaciones urbanas en la costa oeste de Canadá. No ajena a la escena mundial (y a las películas de Hollywood), Vancouver está animada por festivales, restaurantes eclécticos y murales de gran atractivo visual. Esta ciudad de contrastes y rica en cultura, respaldada por el océano Pacífico y las montañas de la costa, promete amor a primera vista y al primer bocado. Camine por bosques centenarios, deléitese con una comida con estrella MICHELIN y navegue en bicicleta, todo en un solo día.

La actual Vancouver, situada en los territorios compartidos de xʷməθkʷəy̓əmMusqueam Indian Band), Sḵwx̱wú7mesh ÚxwumixwSquamish Nation) y səlilwətaɬTsleil-Waututh Nation), es un mosaico de culturas muy diversas. Conéctate a un nivel más profundo a través de recorridos a pie, galerías y centros de narración de cuentos por toda la ciudad. El Museo de Antropología de la UBC alberga una colección de 50.000 objetos que muestran el arte y la cultura de la Columbia Británica y de todo el mundo.

En el corazón de la ciudad se encuentra Stanley Park, un tranquilo espacio verde con los abetos Douglas más antiguos de la Columbia Británica. Este parque urbano de primer nivel ofrece senderos para bicicletas, paseos junto al océano, recorridos a pie guiados por indígenas y mucho más.

Observe cómo la ciudad se encoge por el retrovisor mientras viaja hacia el interior por la autopista Transcanadiense (autopista 1), donde el valle de Fraser despliega su alfombra verde. Acentuado por los campos y las vistas del caudaloso río Fraser, encontrará abundantes granjas, artesanos y bodegas esparcidos por este corazón agrícola.

Abbotsford es un punto de inflexión en el viaje hacia el este, donde el paisaje urbano se desvanece y reinan las granjas, los campos y los bosques. Quédese un rato para disfrutar de una visita autoguiada a una granja y saborear vino de bayas y cervezas locales con vistas pastorales. La vecina Chilliwack es una plataforma de lanzamiento para conocer la cultura, la historia y los relatos de la Nación Stó:lō, cuyo territorio se extiende desde Langley hasta Yale.

La aventura le llama a medida que avanza hacia el valle del río Harrison. (Sugerencia: observe las cataratas Bridal Veil de 60 m, visibles desde la autopista).

Enclavada en la confluencia de dos ríos y el lago Harrison, la zona es conocida por sus aguas termales curativas, sus esturiones prehistóricos y las leyendas del misterioso Sasquatch, conocido como sa:sq'ets por los sts'ailes. Durante su estancia, visite la granja de quesos local y busque recuerdos mientras saborea el café tostado de la zona.

Vuelva a la autopista 1, donde Hope le llama con su tarta recién horneada para que recorra las más de 100 rutas de senderismo señalizadas. Situada entre las cordilleras Coast y Cascade, esta ciudad es la puerta de entrada al caudaloso Cañón Fraser y a la histórica ruta Gold Rush Trail. Mientras esté aquí, admire las emblemáticas tallas de motosierra y explore pintorescos senderos.

Desde Hope, diríjase al sureste por la Crowsnest Highway 3, repleta de joyas de BC, pueblos de cuento y maravillas naturales. Los mejores viajes por carretera incluyen deliciosas sorpresas, y aquí las encontrará a la vuelta de cada esquina. Esté atento a las oportunidades para buscar oro, saborear Chardonnay en un patio soleado y mucho más.

A unos 45 minutos de Hope, el parque E.C. Manning es un destino durante todo el año para excursionistas, campistas, esquiadores nórdicos y fotógrafos del cielo oscuro. Más allá del parque, el valle de Similkameen es una auténtica joya, donde los picos de las Cascadas se elevan sobre un frondoso bosque verde.

Esculpido por el río Similkameen, este fértil valle con su abundancia de granjas y huertos es conocido como la Capital de la Agricultura Ecológica de Canadá. Aquí podrá saciar su sed de aventura, buen vino y buena comida. Cerca de 20 viñedos se extienden entre Cawston y Keremeos, que también es la capital canadiense de los puestos de fruta.

El Kettle Valley Rail Trail, una red de rutas de senderismo y ciclismo creadas a partir de vías de ferrocarril en desuso, se extiende desde los Kootenays hasta las Cascades y forma parte del famoso Trans Canada Trail. Rueda o pasea por senderos con vistas a cañones, puertos de montaña y ríos caudalosos.

A medida que se acerca a Osoyoos, los acantilados de color ocre, los lagos resplandecientes y los exuberantes viñedos salpican el paisaje.

Osoyoos alberga un desierto semiárido, un ecosistema único en Canadá que se destaca en el Desert Centre. Más al este, aventúrese a salir de la autopista y adentrarse en algunas de las pequeñas comunidades de Boundary Country que ponen de relieve las luchas, relatos e historias únicas de los pueblos indígenas y los diversos colonos.

A medida que esta espectacular cinta de autopista va ganando altura, el desierto se convierte en ranchos y ríos de camino al lago Christina y más allá. Suba hacia las montañas Selkirk y la pintoresca ciudad de Castlegar, en la confluencia de los ríos Columbia y Kootenay.

Ahora se adentra en las cordilleras de Selkirk y Purcell camino de las Rocosas, una zona de vastos parques naturales y una red de fuentes termales minerales naturales. Tome un desvío dentro de un desvío por la autopista 3A hasta la ciudad de Nelson, quintaesencia de los Kootenays. Enclavada a orillas del lago Kootenay y rodeada de montañas, esta ciudad histórica cuenta con más de 350 edificios declarados patrimonio y bulle de energía artística y tiendas indie. Nelson se toma en serio tres cosas: Aventura al aire libre, comida y buen café. Lo que la convierte en una parada imprescindible en cualquier época del año.

De vuelta a la autopista 3, visite la colección de bodegas cercanas a Creston y haga una parada en St. Eugene Golf Resort & Casino, cerca de Cranbrook, enclavado entre las montañas Purcell y las Rocosas canadienses. Propiedad de la Nación Ktunaxa, este antiguo internado es ahora un complejo turístico de lujo. Explore las exposiciones interpretativas que ponen de relieve los devastadores efectos de la colonización y rinden homenaje a la resistencia y fortaleza de la cultura indígena, y quédese a degustar una comida de inspiración indígena en el restaurante Numa del complejo.

A medida que se acerca a su destino final, Fernie, en las Montañas Rocosas canadienses, los imponentes picos, los valles fluviales y los vastos bosques que se suceden a cada paso hacen que el viaje resulte cautivador. Situada en el extremo sureste de la provincia, esta antigua ciudad ferroviaria y minera del carbón es ahora un paraíso para los aventureros. Alcance nuevas cumbres en Fernie Alpine Resort, y recorra a pie o en bicicleta más de 100 senderos en primavera, verano y otoño. Durante todo el año, disfrute del colorido arte callejero, de la gastronomía regional y la cerveza artesanal, y de la amabilidad e interés de los lugareños. La forma perfecta de terminar su aventura fuera de lo común en Columbia Británica.

Vuelva a casa habiendo vivido algunas de las mejores experiencias de Columbia Británica. No muy a menudo podrá explorar la exuberante selva tropical y el océano de Vancouver, los escarpados cañones, los fértiles valles, los áridos desiertos, los cálidos lagos y las frescas ciudades de montaña, y contemplar los pináculos nevados de las Montañas Rocosas canadienses en un solo viaje.

Imagen de cabecera: Conduciendo por la autopista Crowsnest | Kari Medig